Tanto la depresión como la Angustia, pueden o no comenzar por algún evento traumático, pero siempre se asocian con un problema espiritual. Los medicamentos que se usan habitualmente con estos trastornos solo tratan los síntomas pero no atacan las raíces de la enfermedad que son de origen espiritual.
La depresión es un trastorno emocional que se expresa como tristeza y decaimiento, angustia y melancolía y a veces irritabilidad y siempre se manifiesta como un estado general de abatimiento e infelicidad. También puede exteriorizarse como pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las actividades habituales tanto laborales como relacionales y lúdicas.
La medicina no puede decir con certeza qué provoca la depresión. La investigación médica observa que ciertos episodios traumáticos o la exposición a ambientes depresivos u otros eventos perturbadores provocan cambios en la bioquímica del cuerpo, especialmente desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, atribuyendo a éstos la génesis de la depresión.
Por otro lado desde un punto de vista diferente, tomando al individuo no solo como un organismo biológico sino también y principalmente como un ser espiritual, la dinámica depresiva tiene otras causas, muy bien definidas y concretas que se asocian a un Problema Espiritual, que siendo tratado a través de técnicas adecuadas puede superarse.
Las causas detonadoras de la depresión o la tristeza, son muy variadas: desde sentimientos derivados de pérdidas sentimentales, como muertes cercanas, problemas laborales, abandonos, hasta vivencias traumáticas y angustia existencial; pero la depresión puede también, no tener un origen puntual o causal y sin embargo presentar los mismos síntomas.
Muchas veces esa ausencia del deseo motivador por la vida, puede llegar a comprometer seriamente el deseo de vivir y en casos extremos llegar al Suicidio.
La depresión puede o no comenzar por algún evento traumático, pero siempre se asocia con un Problema Espiritual. Inevitablemente los pensamientos oscuros que suelen rodear a la persona, la sumergen en un estado de desánimo generalizado que suele tratarse con medicamentos psicotrópicos que no atacan las causas del problema y solo actúan sobre los efectos.
Conociendo las causas internas Espirituales que producen o estimulan los estados de abatimiento y trabajando sobre ellas la depresión se puede curar y permitir a la persona recuperar su vida y su alegría.
El curso de BIES entrega en forma gratuita un material que contiene las Herramientas Básicas para salir de los problemas espirituales y entre ellos la depresión. Quien se aboque a la tarea de trabajar sobre sí mismo con dichas herramientas, saldrá de cualquier estado negativo y podrá alcanzar diferentes grados de alegría, calma y felicidad.
