El estrés y la ansiedad son causa de muchas enfermedades psicosomáticas y se pueden combatir con técnicas espirituales y de meditación específicas
El estrés es una reacción natural de nuestro organismo que nos da el impulso y la vitalidad necesaria para liberarnos de una amenaza. Además nos da la energía imprescindible para realizar ciertos trabajos y resolver los problemas cotidianos.
El estrés en cierta medida, es necesario, para afrontar las permanentes demandas a los que la vida en la tierra nos somete.
A nuestros ancestros el estrés les permitía huir de los peligros eminentes, pero ese mecanismo se ha convertido ahora un nuestro peor enemigo…
Al igual que nuestros antepasados, nuestro organismo reacciona con un 100% de alerta, frente a situaciones que no deberían generar una reacción tan exagerada.
Ese estado de alerta constante se convierte en nocivo cuando nos es imposible “frenar” la incontenible marea de pensamientos y sentimientos que nos surgen de los desafíos a los que la vida nos enfrenta.
A nuestros ancestros el estrés les permitía huir de los peligros eminentes, pero ese mecanismo se ha convertido ahora un nuestro peor enemigo…
Al igual que nuestros antepasados, nuestro organismo reacciona con un 100% de alerta, frente a situaciones que no deberían generar una reacción tan exagerada.
Ese estado de alerta constante se convierte en nocivo cuando nos es imposible “frenar” la incontenible marea de pensamientos y sentimientos que nos surgen de los desafíos a los que la vida nos enfrenta.
Cuando se hace crónico, el estrés provoca desajustes en el organismo cuya persistencia llevan a una inquietud permanente y a la enfermedad física o a desequilibrios espirituales o mentales.
Cuando se hace crónico, el estrés provoca desajustes en el organismo cuya persistencia llevan a una inquietud permanente y a la enfermedad física o a desequilibrios espirituales o mentales.
El manejo del estrés es una tarea impostergable de todo ser humano que desee seriamente tener paz y ser feliz. Debemos aprender a tomar la vida de una forma más relajada y a disfrutar de las pequeñas cosas, sin dejar de cumplir con nuestras obligaciones.
El estado más deseable es el de estar “calmadamente activo y activamente calmado” es decir libre de un estrés pernicioso.
